Al ver esta imagen me imagino a las personas, y porque no, a mi mismo reflejado en ella. Cuando la veo pienso en el elevado consumo de nosotros, los humanos al comprar cosas que necesitamos o consumimos por gusto a veces sin pensar en el medio ambiente. Como si estuviéramos atrapados en ese consumo, que no nos da tiempo a pensar en el medio que nos rodea. Estamos atrapados en este círculo. Tendríamos que sentir toda la culpa por esto? Por un lado, podríamos reducir estos gastos pensando antes de comprar y analizar si los objetos que consumimos, son amigables con el medio ambiente. Por otro lado, detrás de este consumo, hay varios medios que sin que uno se de cuenta, inculcan el deseo de querer comprar un objeto, ya sea comida, ropa, accesorios o incluso juguetes. Un claro ejemplo de esto son las propagandas, que tratan de mostrar a los productos de la mejor manera para que uno luego lo consuma. La realidad que no muestran estas propagandas es que algunos productos, tienen un tiempo de utilidad limitado, es decir, obsolescencia programada. A la vez, para lograr llegar a ese "maravilloso" producto, tuvieron que cumplir varios procesos, como por ejemplo, extraer lo necesario del medio ambiente para lograr crear ese producto. Luego este producto es procesado y, los residuos que sobran o no son necesarios, terminan yendo a parar al medio ambiente nuevamente, pero esta vez, en forma de contaminación.
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